martes, 28 de abril de 2009

Contra la influenza... afecto

1. Cómo nos curamos una gripa??? Con tequila.
2. Abracemos al compadre, besemos a la amiga, saludemos a la vecina anciana, detengámonos en la tienda de nuestro barrio a preguntar por los vecinos y vayamos al mercado por fruta fresca, en especial cítricos. Y besemos y abracemos mas que nunca a los seres amados... recuerden que el amor es más fuerte que la muerte.
3. Rescatemos el humor mexicano y usemos el pasamontañas zapatista o la máscara de luchador o una máscara ritual o un antifaz. Provocará la risa para sí y en los demás.
4. Escuchemos a todo volumen música, la que prefieran, aunque si empezamos con tequila y máscaras, lo mejor es el son, la ranchera, José Alfredo, los olvidados narcocorridos. ..
5. Bailemos, porque se conjuran así los temores y los humores provocados por el posible virus.
6. Paso siguiente, hagamos fiestas. Nuestro pueblo está muriendo, en el miedo y la desconfianza. Asi que a romper el cerco de hielo que se ha erigido en torno nuestro.
7. Gritemos, ¡viva México!, ¡vivan los héroes que nos dieron patria!, ¡viva México cabrones!... ahí esta la salvación, al inspirar profundo y exhalar con fuerza, la cura es total.
8. La farmacopea mexicana es maravillosa, té de canela y limón pa la tos, té de gordolobo para limpiar los pulmones, té de manzanilla para la serenidad. Y sobre todo, té de querer.

jueves, 23 de abril de 2009

Noticias sin sombra

Esto salió en TV sólo en Canal 11, y sólo se publicó en La Jornada.

Rene Drucker Colin: Una muestra de la vida nacional. El 4 de junio del presente año, Carolina Aranda Cruz, de 11 años, estudiante de quinto de primaria, fue invitada a dar un discurso en el World Trade Center ante cientos de pediatras y del secretario de Salud. Su discurso terminó con una frase devastadora: 'Pobre México nuestro, tan cerca del futbol y tan lejos de la ciencia'. Algunos extractos de su discurso son apabullantes. Carolina dice:' ¿Por qué apoyar más a los futbolistas que a los científicos? ¿Son mejores personas? ¿Producen mayor riqueza? ¿Nos divierten más? No creo, gracias a los científicos también nos divertimos, ellos inventaron las computadoras, los ipods, los simuladores. Además, salvo algunos casos, los jugadores de futbol nos hacen ver muy mal mundialmente y nuestros científicos, que nadie apoya, no'. Y en otro segmento de su discurso expone: 'Me da pena que nuestro gobierno y nuestros empresarios inviertan tanto en futbol y seamos tan malos. Me da pena que inviertan tan poco en ciencia y seamos tan buenos. Tenemos la mejor universidad de Hispanoamérica, según la revista Time, y cada vez le damos menos recursos a la UNAM o al IPN. ¿Por qué no apoyar a lo que ya dé resultados? Un país que no invierte en ciencia y educación siempre será un país pobre. ¿Queremos un México pobre?' ¡Qué les parece! Carolina le dio al clavo, y por demás, pues tiene razón.

Ya lo vimos, por poco perdemos en futbol con Cuba, país donde ese deporte casi no se juega, y perdimos con Honduras. Pero ejemplos de ésos abundan en la historia del futbol mexicano. Por otro lado, cabe mencionar otra vergüenza. El discurso de Carolina sólo tuvo eco en un medio de comunicación escrito y en uno televisivo. La pobreza noticiosa de los medios de comunicación también se evidenció. Y las cosas no cambian. Hace más o menos seis años, tres jóvenes mexicanos ganaron medallas de plata y bronce en una olimpiada científica en Dinamarca, donde compitieron 52 países.

Ningún medio de comunicación vio importancia alguna en mencionarlo en algún segmento. Estaban muy ocupados con señalar las medallas de Ana Guevara, de quien también estamos muy orgullosos. Pero tanta diferencia, ¿se vale? Yo pienso que no.

La semana que acaba de pasar Televisa llevó a cabo su foro anual llamado Espacio. Creo que cerca de 5 mil universitarios asisten para escuchar a diversos personajes de la vida académica y política. Entre los invitados estuvo el actual director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Juan Carlos Romero Hicks. La ocasión hubiera sido perfecta para hablar sobre los proyectos que tendría el Conacyt para impulsar las oportunidades en la ciencia para los jóvenes, o de las estrategias para desarrollar la tecnología que requiere el país en los próximos años y que podría abrir abanicos de oportunidad para la juventud. Pero no, habló sobre la moral. Yo no tengo nada en contra de la moral, pero hubiera sido moralmente más correcto para el director del Conacyt explicar, presentar o desarrollar temas sobre los cuales cientos de jóvenes en el país están preocupados y que se relacionarían con su futuro como mexicanos con oportunidades.

martes, 21 de abril de 2009

Carta de una madre gallega

Querido hijo: Te escribo lentamente porque sé que no sabes leer deprisa. Si recibes esta carta es porque te llegó, si no
avísame y te la mando de nuevo.No vas a reconocer la casa cuando vengas, porque nos mudamos.La nueva casa tiene una lavadora que no funciona bien: la semana pasada puse cuatro camisas, tiré de la cadena y todavía no las he vuelto a ver.

A tu tía Carmen le pasa al revés que a mí: ella cuando toma café no puede dormir; en cambio yo, cuando duermo no puedo tomar café.

Finalmente enterramos a tu abuelo. Encontramos el cadáver ahora con todo esto de la mudanza. Estaba en el armario, desde ese día que ganó jugando al escondite.

Hoy tu hermana Julita tuvo un hijo, pero como todavía no sé si es nena o nene, no sé si llamarte tía o tío.

Tu hermano José cerró el coche con seguro y dejó las llaves dentro. Tuvo que volver a casa para buscar el duplicado y poder así sacarnos a todos.

El clima no es tan malo; la semana pasada sólo llovió dos veces; la primera vez por tres días y la segunda por cuatro días.

La chaqueta que querías, tu tío Pepe dijo que si la mandábamos con los botones puestos, pesaría demasiado y el envío seria muy costoso, así que le quitamos los botones y los pusimos en el bolsillo.

Todos te extrañamos mucho, pero mucho más desde que te fuiste. Tienes que escribirnos contándonos cómo te va con tu nueva novia extranjera; no sabes cómo nos pusimos de contentos cuando nos enteramos que estabas en cama con Hepatitis, ¿es acaso griega? Pues no nos lo aclaraste aún.

Esta carta te la mando con Juanelo, que va mañana por ahí. A propósito, ¿puedes buscarlo al aeropuerto? Bueno, hijo, no escribo el remitente porque no sé la dirección nueva. La última familia gallega que vivió en esta casa se llevó los números para no tener que cambiar la dirección.

Tu madre que te ama,
YO

PD: Te iba a mandar cien pesetas, pero ya cerré el sobre.